Carmen Fernández (Ferrol, 1992).
Jugadora y capitana del Universitario Ferrol. Criada en la cantera ferrolana y encantada de cumplir su sueño de jugar con la camisera de se ciudad en la máxima división del país.
-¿Podríamos decir que el
Universitario es tu casa?
Cuando llevas tantos años en un
club en el que te tratan tan bien yo creo que sí, el mejor símil es ese, el de
una casa, una familia. Desde que llegué con 15 años, me han tratado genial,
tanto como jugadora como persona. Todo
el mundo con el que he tenido la oportunidad de coincidir me ha aportado cosas
buenas y me ha hecho crecer, por lo tanto, solo puedo estar agradecida al club
y a todas las personas que lo integran y lo han integrado en un pasado.
-¿Cómo es entrenar con Lino López?
Es una suerte. Lino es un gran
entrenador, con un gran camino por recorrer. Todavía tiene margen de mejora
porque lleva tan sólo tres años ejerciendo como tal, pero creo que su desempeño
es fantástico. Es un profesional de los pies a la cabeza, que se deja la piel y
trabaja sin cesar para el buen hacer dentro de la pista, por el bien del equipo
y de todas sus jugadoras. Cuida mucho los pequeños detalles fuera de la pista,
que, aunque la gente piense que no son importantes, es trascendental para el
buen clima dentro del vestuario y para tener una buena dinámica de grupo. Es
duro en los entrenamientos a la vez que cercano, te permite divertirte y que lo
pases bien, siempre que des el máximo de ti como jugadora. Permite un feedback
que la jugadora siempre agradece. Además, es una persona 10.
-¿Cómo ves al equipo en esta fase
decisiva de la temporada?
Teniendo en cuenta el ilusionante
proyecto que afrontamos desde el comienzo de la temporada, actualmente estamos
en un momento muy bonito. Llevamos más de la mitad de la competición y siendo
un equipo humilde y modesto como el que somos, hemos competido casi todos los
partidos dando una buena imagen y hemos conseguido llevarnos 7 victorias a base
de esfuerzo, trabajo e ilusión. Estamos contentas de lo que hemos conseguido
hasta ahora, pero queremos más, y queremos seguir trabajando por conseguir esa
salvación que nos fijamos como objetivo a principio de temporada. Hemos de
tratar de crecer en cada partido y afrontarlo como una final, sino de nada
sirve el trabajo que realizado hasta el momento.
-¿La diferencia presupuestaria
frente a equipos de ciudades mayores, hace imposible poder competir con algún
equipo?
Competir nunca es imposible
cuando juegan cinco contra cinco sobre el parquet, pero es verdad que las
diferencias económicas respecto a los presupuestos con otros equipos hace que
sea muy muy difícil vencerles, dado que tienen a jugadoras de gran calidad y
mucha mayor profundidad de banquillo a la que podamos tener nosotras. Esos
equipos son el reflejo de que apostar por el baloncesto femenino como
patrocinador es una buena acción para darse a conocer por toda España e incluso
por Europa a través de unas chicas que lo dan todo en la pista, promueven los
magníficos valores morales ligados al deporte y son profesionales de pies a
cabeza.
-La diferencia física en estas
divisiones es mucho mayor que en divisiones más bajas. Realmente una jugadora
de tus características, ¿Debe variar su forma de jugar para poder contrarrestar
ese físico, o por el contrario tu juego no ha mutado?
La verdad es que sí, para jugar
en esta categoría tienes que dar un salto físico importante. Las jugadoras
están físicamente mucho más preparadas
que en la Liga Femenina 2 y eso lo hemos notado todas. Quizá no se trata
de variar el juego, sino de trabajar más para conseguir llegar a ese nivel
físico en el que están tus contrincantes. De eso se encarga nuestro preparador
Alex de la Vega, que es un grandísimo profesional, tanto en el equipo como en
la empresa para la que trabaja (EZEN salud y rendimiento), y que nos hace
crecer día a día con entrenamientos individualizados que nos permitan mejorar
en el apartado físico.
-La mayor parte de las jugadoras
decisivas españolas juegan en el extranjero, ¿Las jugadoras de otros países son
realmente las que marcan la diferencia en esta liga?
Es verdad que muchas de las
jugadoras que acuden a la selección nacional están emigrando al extranjero,
tanto por temas económicos como para poder competir en Euroliga (ya que aquí en
España solo un equipo milita en esta categoría debido a la crisis). Pese a ello
y a que es verdad que muchas veces las diferencias están marcadas por las
jugadoras americanas, la crisis que estamos sufriendo está permitiendo que
veamos a jugadoras jóvenes despuntando, asumiendo y ganando protagonismo que a
lo mejor en otras circunstancias no asumirían. Por lo tanto, creo que la
diferencia está marcada por esos jóvenes talentos nacionales sumada a la
calidad de las jugadoras extranjeras.
-¿Cómo es el ambiente dentro del
vestuario?
La verdad es que en el Uni somos como
una familia, como te decía anteriormente. Somos un club muy humilde y todos
tratamos de dar nuestro máximo dentro y fuera de la pista para que todo el
mundo se sienta bien. Es por eso, que el clima dentro del vestuario es
fantástico. Nos llevamos bien entre nosotras, hacemos planes juntas y nos
apoyamos en los malos momentos. Es una suerte convivir con las compañeras y los
entrenadores que tengo, la verdad. Me siento muy afortunada como jugadora, pero
más aun como persona.
-¿Sentís discriminación entre el
trato que se ofrece al deporte femenino frente al masculino?
Probablemente sí. Para que se
reconozca nuestro trabajo tenemos que trabajar el cuádruple que los chicos. En
los últimos años se está demostrando que las féminas damos guerra a nivel
internacional: baloncesto, balonmano, waterpolo, natación, tenis y muchos
más... Nos merecemos el mismo respeto y apoyo que los hombres, los resultados
están ahí. Gracias a dios hay
patrocinadores e instituciones que ven ese trabajo y dedicación y lo
premian con sus apoyos, pero son necesarios muchos más. Demostrado está que
cuando se apuesta por crecer en un club, todo mejora. Nosotras, desde que hemos
ascendido de categoría hemos duplicado el número de licencias en categorías
inferiores y se ha aumentado en un gran número la afición que viene a
alentarnos cada Sábado. Todo es un bucle que comienza por tener mayores apoyos.
Star Center ha apostado por nosotras, ojalá apuesten junto a él mucho más en un
futuro para poder seguir creciendo como club y como representantes del
baloncesto femenino ferrolano y gallego.
-Cuando el baloncesto no sea tu
forma de vida como jugadora, ¿A qué te gustaría dedicarte?
Desde pequeña tuve claro que no
podía ni debía descuidar mis estudios y siempre he compaginado el jugar a este
deporte con el estudiar. El año pasado finalicé mi graduado en enfermería, con
mucho amor y vocación por la profesión. Actualmente continúo formándome para
seguir progresando en ese campo y sin ninguna duda, es a lo que aspiro cuando
me desligue del baloncesto como jugadora, a ser una buena profesional como
enfermera y a que mis pacientes se sientas contentos conmigo y con cómo
desempeño mi trabajo. La enfermería es una profesión preciosa y altamente
satisfactoria. Me gustaría también
continuar ligada al mundo del baloncesto, quizá como entrenadora, pero no sé si
sería compatible. De todas formas, aficionada a este deporte lo seré de por
vida.
-¿Qué es lo que recordarás de esta
etapa de tu vida durante el resto de tu vida?
A las magníficas personas y
experiencias que me ha brindado. Las victorias y derrotas vienen y van, pero lo
humano de este deporte queda siempre. Con el baloncesto he crecido, me he
convertido en la persona que soy y son muchos los que han aportado su granito
de arena. Las amistades verdaderas que me llevo son el mejor de los recuerdos y
experiencias como los Campeonatos de España, las Fases de Ascenso y mismamente
este año en Liga Femenina son cosas que nunca olvidaré. Pero como te digo todo
eso lo marcan las personas y tanto a nivel profesional como en las demás
categorías que he militado he tenido la suerte de encontrarme con gente
maravillosa que me ha querido como soy y me ha hecho feliz en muchos momentos.
Estoy agradecida al baloncesto porque creo que todo lo que me ha dado ha sido
positivo, me ha hecho mejor persona y me
ha enseñado a ser humilde y trabajar por todo aquello que quiero conseguir.
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